LIBERTAD DE PRENSA
En el último listado publicado por la ONG Reporteros Sin Fronteras, España aparece en el puesto 44 de los 177 países violadores de los derechos de libertad de prensa, entre los que también aparece Italia –denunciada por las amenazas de organizaciones mafiosas. El motivo de la inclusión de España en esta lista se debe a la banda terrorista ETA (Euskadi ta Askatasuna – País Vasco y Libertad).
Desde su fundación en 1959, no han olvidado incluir a los periodistas entre sus objetivos permanentes, ya no sólo en España, también en Francia. Así, en 1978, el periodista José María Portell era disparado y asesinado a las puertas de su casa. Dos años más tarde, atentaron contra otro periodista, José Javier Uranga, disparándole 27 balas de las afortunadamente que logró recuperase. No corrió la misma suerte José Luis López de Lacalle asesinado en mayo de 2000 cuando era columnista de “El Mundo”. En 2001 un paqueta Boma explotaba en las manos de Gorka Landaburu, periodista español nacido en Francia.
A las víctimas de estos atentados debemos añadir las decenas de periodistas, tanto españoles como franceses, que necesitan protección para poder desempeñar su trabajo. Por suerte, últimamente no escuchamos amenazas expresas a los informadores. No obstante, el 21 de enero de 2009, ETA publicaba un comunicado dirigido a los periodistas de EITB (televisión pública vasca). En él se les acusaba de difundir falsas declaraciones con el apoyo de comisarios políticos y redactores jefe en un “llamamiento claro a los responsables de EITB para que trabajen de manera responsable”.
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