Poder privado, sumisión pública y bloqueo social

LA LEY AUDIOVISUAL VS RADIOS COMUNITARIAS

Mañana jueves se vota en el Congreso la nueva y polémica Ley General Audiovisual. Todo indica que se aprobará sin problemas pese a los grandes esfuerzos del espectro social de la comunicación: medios alternativos y comunitarios que cumplen una función muy importante dentro de la sociedad.

Nos han querido vender la idea de que esta nueva ley recoge, por primera vez, la existencia de las radios libres españolas; sin embargo, este proyecto de ley peca de hipócrita y falso. Lo que hace es reconocerlas pero regularlas de tal forma que termine eliminándolas. 

Por un lado, lo que no cambia:  mantiene el mismo sistema de adjudicación de licencias. Las Comunidades Autónomas siguen siendo las dueñas y señoras de concederlas y, además, se mantiene el principio de igualdad (todas las radios compiten en igualdad de condiciones por una misma licencia cuando es evidente que Radio Carcoma, por ejemplo, no dispone de los mismos medios que una emisora de Cadena Ser).

Por otro lado, lo que regula: deja abierta la posibilidad de cerrar o penalizar a todas aquellas radios que operen sin estas licencias (todas son alegales) y limita mucho su margen de actuación para conseguir financiación a través de publicidad local.

Queda claro con todo esto cómo nuestros políticos no quieren que exista una comunicación y una información que no puedan controlar (pública), o en la que no puedan influir y/o favorcer mutuamente (comercial). Sin embargo, tal y como recoge la Constitución Española de 1978, los ciudadanos tenemos, no sólo el derecho a ser informados, sino a informar. Lo que llamamos el "derecho de acceso" y que tanto se intenta bloquear en Europa, lejos de lo que se está empezando a desarrollar por Latinoamerica, un lugar supuestamente menos democrático (o al menos eso es lo que nos hacen pensar).  

Después de todo esto, os animo a que leais el artículo de El País en el que habla sobre este tema. No puede ser mayor mi indignación cuando este periódico se queja de la exitencia de "radios piratas" que están provocando un agujero peor que el de la "crisis publicitaria" y todo ante una "pasividad de la Administración". Habla de ilegalidad cuando en realidad, debería hablar de alegalidad; es decir, están al margen de la ley, no en su contra. Aunque para más inri, completaría diciendo que son radios alegales y legítimas, por ese derecho contitucional del que son merecedoras.

Los medios comerciales son los que han presionado al Gobierno para que la nueva ley sea como es; aquí está la esencia de nuestra democracia: poder privado, sumisión pública y bloqueo social. Claro, que el pobre Grupo Prisa necesita erradicar  la información libre para que sus grandes emisoras no compitan con alternativas a las que no puede hacer frente.

La única noticia que he encontrado sobre todo esto que cuente los hechos tal y como son, es el siguiente vídeo de TVE, emitido por La 2 a las 00.00 (así no podrán decir que no cuentan la verdad).